Broken Bells – After The Disco
Reseña publicada para Indie Rocks! el 19/02/2014
Synth Pop Para Adolescentes
La vida y carrera del productor y multiinstrumentista Brian Burton mejor conocido como Danger Mouse es una de las más interesantes (y con más suerte) en tiempos recientes. Marginado y confundido en su natal Nueva York, Burton emigró a Londres donde se dio a conocer en 2004 por The Grey Album; un mash-up entre Jay-Z y Los Beatles que lo llevó a lo más alto del hype en Inglaterra y Estados Unidos. De ahí en adelante vino la fama, los elogios y colaboraciones; entre ellas: Gorillaz, The Black Keys, Norah Jones, Beck y un largo etcétera que definen a Danger Mouse como uno de los productores más relevantes en los últimos años.
Parece que los dúos son lo suyo como lo comprobó hace ya ocho años con Gnarls Barkley en un proyecto apegado al soul y más rico musicalmente que el synth-pop para adolescentes en Broken Bells, dueto que comparte con James Mercer, vocalista de The Shins y que presenta su segunda placa llamada banalmente, After The Disco, la cual cuenta con la colaboración de The Angel City Light Orchestra que proporciona arreglos de cuerdas en varios de los temas.
Más allá de que esta segunda entrega suena igual a la infinidad de grupos que hacen exactamente lo mismo, el problema con After The Disco es que es un álbum plano, sin momentos que cautivan y con melodías cliché en su género. Imagina el soundtrack seudo bailable perfecto de adolescentes fresas con pose de rockstars en once temas que se arropan en el confort que les ofrece la ya gastada y hastiada fórmula de sintetizador-guitarritas-coros del “indie” actual.
Entre sintetizadores y con un inicio que sorprendentemente nos remonta a Kraftwerk y que se transforma en un tema del new wave ochentero, “A Perfect World” nos da la esperanza de una buena entrega en su primer minuto de duración hasta que la voz de James Mercer entra y marca el parámetro en la mayoría del disco. Y no porque sea un mal vocalista sino por qué sus participaciones son las que plagan y atiborran el disco de melodías que parecen estar tatuadas con el sonido “indie” que privan de autenticidad y un sonido propio al dueto. Ejemplos claros de esto: la que le da titulo al disco; su primer sencillo “Holding on for life”; “The changing lights” que no podría aspirar a más que convertirse en un lado B de The Postal Service y los penosos coritos-foca en “No matter what you´re told”.
Lo rescatable de After The Disco es cuando Broken Bells se aleja de la formula synth-pop y los coritos para dar paso a explorar géneros como el R&B y el folk en momentos más armónicos, reflexivos y donde la capacidad vocal de James Mercer luce mejor como en “Leave it alone”, donde Mercer ofrece su mejor interpretación vocal; la beatlesca “Lazy Wonderland”; el soundtrack del adolescente azotado en “The angel and the fool” o “The remains of rock and roll”, uno de los temas más elaborados del disco y donde la inclusión de The Angel City Light Orchestra es plausible y no pasa desapercibida como en muchos otros tracks.
Aceptémoslo. Brian Burton y James Mercer ya no tienen 20 años. El dueto suena mejor cuando son serios y cuando crean piezas más simples pero con mayor carga emocional. Broken Bells es un proyecto que no termina por cautivar y que nos lleva a la inevitabilidad del siguiente cuestionamiento: ¿Danger Mouse está sobrevalorado?