Groundation: de menos a más @El Plaza Condesa
Texto publicado originalmente para elfanzine.tv
Después de que Monte Bong, agrupación de Guadalajara, se encargara de calentar el aún vacío, Plaza Condesa, Groundation, una de las agrupaciones más respetadas de reggae en Estados Unidos, apareció alrededor de las 22:00 horas con su arsenal completo para ofrecer lo que progresivamente se iba a convertir en una gran y emotiva noche.
Al inicio, el recinto ofreció una entrada bastante floja y el público se comportó con frialdad durante “What Could Have Been” y la espectacular “Ja Ja Know” donde los ocho grandes músicos (incluidas dos espléndidas coristas) dejaron clara su capacidad e inmaculada ejecución con pasajes que iban del reggae hacía el jazz, el funk y el dub. No tardó mucho para que el carisma y talento del gran vocalista y frontman, Harrison Stafford cambiaran el rumbo de una noche que terminaría en lo excelso.
Stafford y compañía continuaron con “We Free Again” para empezar a sacudir conciencias de la mano de sus ya conocidas letras con fuerte contenido político-social y un sonido que, aunque esta pandilla de redentores espirituales toma las raíces del reggae como su esqueleto principal, también abre la puerta hacía la experimentación, lo desconocido y otros géneros que le dan mayor valor a su obra y a sus presentaciones en vivo.
El regreso de Groundation a la Ciudad de México, tristemente se empalmó con el fallecimiento de Nelson Mandela. “The Dreamer” y “Wish Them Well” fueron las encargadas de rendir tributo no sin antes escuchar las honestas palabras de Stafford: “cuando Nelson Mandela fue presidente, los primeros países que visitó fueron Estados Unidos, El Reino Unido y Jamaica donde defendió la cultura del reggae, una música que nos enseña un mundo con más luz”. Harrison continuó: “Nelson Mandela fue una luz en la oscuridad, un constructor de la justicia y un líder que siempre buscó la equidad”.
Al terminar el obligado y emotivo homenaje a un líder que compartía los ideales del reggae, siguió la gran “Weeping Pirates” con una brillante ejecución de trombón que dio paso a la impresionante vocalización de Stafford y a la locura de Marcus Urani en los teclados y en su órgano Hammond en un solo que levantó las palmas de un foro que empezaba a despertar.
“Payaka Way” fue la encargada para que Ryan Newman, bajo y miembro original de Groundation se luciera. “Daniel” y una de las mejores, “We Na Forget (Rome)” continuaron con una noche en la que el público finalmente se había rendido ante estos grandes músicos: los pies se despegaban del piso, cabezas se movían al unísono, el humo del cannabis se escapaba hacia el techo, las palmas chocaban constantemente, el aforo era mayor y el recinto finalmente, le daba el crédito y respeto merecido a una de las agrupaciones más importantes de su género en los últimos 15 años.
Llegó una de las más aplaudidas con otro gran solo de bajo en “Silver Tongue Show” seguida de “Who is Gonna” con otra ejecución de órgano impresionante y finalmente y anticipando el final, un exquisito tributo a Bob Marley con “Exodus” que puso a bailar a la gran mayoría de los discípulos que se dieron cita para acudir a una noche que fue de menos a más.
Ante gritos y palmas que no cesaban llegó el encore que anticipaba el final. Otra buena elección, “One More Day (Live It Up)”, fue la encargada de plasmar esa atmosfera de “paz y felicidad que sólo el reggae puede ofrecer”.
Al final, los que atendieron a la gran misa espiritual de Groundation encontraron por casi dos horas un poco de paz. Al salir del Plaza Condesa, el frío, el tráfico, el caos y la oscuridad de la noche en la Ciudad de México, terminaron con esa bella sensación pero…el recuerdo quedará inmortalizado.