RESEÑA Leonard Cohen @O2 Arena, Londres


Hay muchos tipos de música pero yo los dividiría en 2: música que te hace pensar y música que te apendeja. Letras y música que te abren los ojos o mierda vacía y digerible. Pensar es gratis y ayuda. Leonard Cohen lo sabe y te lo quiere hacer saber si pones atención a lo que te quiere decir.

La carrera musical de Leonard Cohen no empezó de forma convencional. De hecho, su trabajo como poeta y novelista data de 1956 cuando el canadiense publicó su primera obra como escritor y de ahí su fama y reconocimiento se expandió por Estados Unidos. En cuanto a lo musical, Cohen comenzó a escribir canciones alrededor de 1965 cuando decidió emigrar a los Estados Unidos para ver lo que estaba desarrollando Warhol y para empaparse de la música folk norteamericana. Su primer LP apareció hasta finales de 1967 con el clásico e indispensable Songs of Leonard Cohen y a partir de ese momento, Cohen transitó paralelamente como escritor y músico y su status como figura de culto comenzó a crecer. Hoy, Leonard Cohen es sinónimo de brillantez, genialidad lirica y es considerado como una de las figuras más importantes en la música y poesía. Su genio es reconocido por gigantes como Dylan, Cave, Cash, Springsteen o Tom Waits y ayer la arena O2 en Londres recibió la elocuencia y genialidad del autor de “Hallelujah”.

El poeta del pesimismo, la desesperación y la tristeza como se le conoce; el  diagnosticado como maniaco depresivo y el monje budista Zen desde 1996 se presentó ante 22,000 personas. El anciano canadiense de 78 años brindó un show de 3 horas, 29 piezas divididas en 2 sets con un intermedio poco convencional en conciertos, 11 músicos de diferentes nacionalidades en el escenario (con el baterista proveniente de la Ciudad de México) y con Sharon Robinson; la musa inspiradora, colaboradora y acompañante intermitente de Cohen desde 1979.

Su set fue un repaso por toda su carrera, cinco de su nueva obra Old Ideas, la recitación de “A Thousand Kisses Deep” y un homenaje a los Drifters, fueron suficientes para dejar claro la importancia y genialidad de Leonard Cohen. No importa su edad; el anciano sigue entregando sus grandes piezas con una voz que cada año se va oscureciendo y agravando más y más. Canciones como “In The Future”, “Tower of Song”, “Everybody Knows” o  “Bird On The Wire” suenan más vigentes que nunca debido al contexto atemporal que el canadiense le da a su obra. Su entrega y respeto hacia el público y su grupo de músicos es digna de mencionar. Los años lo han hecho más sabio, reflexivo, humilde y cauteloso. Sus letras se han convertido en himnos y su nombre es sinónimo de categoría.

Claramente el concierto y su música no es para todos; su set es denso, oscuro, repetitivo en momentos y sin exagerar, requiere total atención y respeto. Sin duda, el grupo de músicos que acompaña a la leyenda es brillante pero lo importante cuando se escucha a Cohen es su elocuencia, su voz y la  facilidad para plasmar en papel temas tan cotidianos pero sombríos a la vez que nos suceden a todos. Si tu objetivo cuando escuchas música no va más allá de escuchar una y otra vez “Get Lucky” de Daft Punk, este artista no es para ti.

Soy de las personas que piensa que la música va más allá de ser puro entretenimiento. Claro que es una de sus funciones principales pero también es un vehículo para transmitir emociones, formas de pensar y para percibir y entender nuestro entorno de mejor forma. Algunas veces esto ocurre a través de las letras, a veces el mensaje está en la música y a veces en ambas. Hay grandes discos que son equivalentes a un libro cuando se escuchan de principio a fin. Un libro siempre nos deja algo; un buen disco o un gran concierto, igual. El artista verdadero nos quiere comunicar algo, un mensaje, una señal, algo que nos abra los ojos. Leonard Cohen está entre ellos y sus discos, sus libros y conciertos, son el vehículo para transmitirnos su filosofía.

Hay muchos tipos de música pero yo los dividiría en 2: música que te hace pensar y música que te apendeja. Letras y música que te abren los ojos o mierda digerible. Pensar es gratis y ayuda. Leonard Cohen lo sabe y te lo quiere hacer saber si pones atención a lo que te quiere decir.

Grande, Leonard Cohen.

Setlist:

Primer Set

  1. Dance Me to the End of Love
  2. The Future
  3. Bird on the Wire
  4. Everybody Knows
  5. Who by Fire
  6. Darkness
  7. Ain’t No Cure for Love
  8. Amen
  9. Come Healing
  10. Lover Lover Lover
  11. A Thousand Kisses Deep (Recitation)
  12. Anthem

Segundo Set

  1. Tower of Song
  2. Suzanne
  3. Sisters of Mercy
  4. Heart with No Companion
  5. Waiting for the Miracle
  6. Anyhow
  7. The Partisan
  8. Alexandra Leaving (Sharon Robinson)
  9. I’m Your Man
  10. Hallelujah
  11. Take This Waltz

Encore:

  1. So Long, Marianne
  2. Going Home
  3. First We Take Manhattan

Encore 2:

  1. Famous Blue Raincoat
  2. If It Be Your Will (Webb Sisters)
  3. Save the Last Dance for Me (The Drifters cover)

Texto: ADLG

Foto: Reuters/awaythelads

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